¡Hola, socios donantes mensuales! Soy Athena.
Tengo casi 16 años y quiero compartir mi historia sobre cómo Lucile Packard
El Hospital Infantil de Stanford —y ustedes— me salvaron la vida.
vida.
Me diagnosticaron una afección cardíaca rara llamada restrictiva
Cardiomiopatía, en la que el corazón se vuelve rígido y no puede funcionar correctamente. Dra. Beth
Kaufman y su equipo guiaron amablemente a mi familia a través del diagnóstico y el tratamiento.
Desafortunadamente, aún no existe cura para esta enfermedad, excepto por un
trasplante. Fue una sorpresa total, pero el personal nos guió durante todo el proceso.
Esperó un nuevo corazón.
Una noche de mayo de 2017, cuando estaba en séptimo grado
En ese momento, me desperté llorando. Mis padres entraron corriendo y me encontraron incapaz de hablar o mover mis extremidades.
Nuestro hospital local lo diagnosticó como un derrame cerebral, pero nunca habían tratado un caso pediátrico.
Ya había sufrido un derrame cerebral. Mi padre se puso en contacto con el Hospital Infantil Packard. Enviaron una ambulancia a
Me recogieron y enseguida me llevaron a cirugía para extraerme un coágulo. Me dieron el alta cinco días después.
días después, comenzó meses de rehabilitación en otro hospital.
Seis meses
Más tarde, mi estado empeoró y volví al Hospital Infantil Packard. Un mes después
En diciembre recibí un regalo de Navidad adelantado: un corazón sano que me quedaba perfecto.
bien.
Hoy estoy en casa y soy estudiante de segundo año de preparatoria. Todavía
Recibo atención médica en el Hospital Infantil Packard, pero dedico mi tiempo libre a bailar.
hacer voluntariado con niños con autismo, dar clases particulares en la biblioteca local y enseñar.
música.
Ser un niño cardiólogo en el hospital me inspiró a querer un
Carrera como cardiólogo pediátrico. Ser un niño cardiólogo en el Hospital Infantil Packard.
me ha inspirado a hacer de Stanford mi primera opción para estudiar.
Mi historia
No es solo mío. También es tuyo. Tú has estado ahí, detrás.
las escenas. Espero que sepas que estoy aquí —vivo— gracias a
Su generosidad y compromiso con el hospital. Desde el fondo de mi corazón (adoptivo) y
Los corazones de cientos de familias como la mía: gracias.
