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Los niños en hogares de acogida en Estados Unidos suelen requerir servicios de salud conductual debido a sus altos índices de trauma y abuso previos. Desafortunadamente, debido a la crisis de salud mental en Estados Unidos, muchos niños en hogares de acogida que necesitan tratamiento de salud conductual terminan en hospitales e instituciones psiquiátricas, incluso cuando no es médicamente necesario. Pueden permanecer allí durante semanas o meses mientras el bienestar infantil busca hogares de acogida equipados para satisfacer sus necesidades. Mientras tanto, no tienen acceso a la educación, actividades comunitarias, socialización ni ejercicio.  

Los servicios de salud conductual domiciliarios (HSD) para niños pueden ofrecer resultados clínicos similares o mejores que la atención hospitalaria, a menudo con mayor satisfacción familiar y menores costos. El acceso a estos servicios puede incluso facilitar la captación y retención de familias de acogida dispuestas a cuidar a niños con necesidades de salud conductual.  

Ante las continuas demandas que enfrentan varios estados para aumentar la cobertura de salud en el hogar y mantener a más niños y jóvenes en casa, los legisladores y líderes de sistemas tienen una oportunidad única y oportuna para implementar cambios en políticas y prácticas. Este artículo presenta recomendaciones para que los investigadores de políticas y servicios de salud orienten estos cambios.