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Su apoyo permitió brindar atención a dos generaciones de una familia local. 

La pequeña Shannon Ivarson necesitaba un héroe cuando llegó al mundo en el Hospital Stanford.

Nacida en 1981 con tan solo 29 semanas de gestación, sufrió apnea, una hemorragia cerebral leve y una hernia doble, lo que requirió cirugía y una larga estancia hospitalaria.

Por suerte, Shannon estaba en buenas manos. El renombrado neonatólogo Philip Sunshine, MD, le brindó la atención especializada que necesitaba para empezar bien el año. Y prosperó.

En 2013, Shannon dio a luz a los gemelos Nolan y Whitney. La familia se maravilló de las coincidencias: al igual que Shannon, los gemelos nacieron el martes por la tarde de la semana 29 de embarazo. Al igual que su madre, Nolan tuvo problemas de salud desde el principio.

Y, al igual que su madre, los gemelos serían atendidos por una cara familiar durante su larga estancia en el Hospital Infantil Packard: la Dra. Sunshine.

“Mi padre reconoció su nombre enseguida; ¡es bastante singular!”, dice Shannon. “Ya nos asombraban todas las similitudes entre los nacimientos, pero esta fue una coincidencia increíble”.

Nolan nació con dos malformaciones esofágicas distintas y fue trasladado de inmediato a nuestra unidad de cuidados intensivos neonatales. Fue operado por primera vez con tan solo tres días de vida. Para que Nolan pudiera pasar de la UCIN a nuestra unidad de cuidados intermedios neonatales, debía demostrar al equipo médico que podía respirar por sí mismo.

Tras ser desconectado del oxígeno por primera vez desde su nacimiento, el nivel de oxigenación de Nolan apenas alcanzó el 85 por ciento. No es suficiente.

Resultó que Nolan solo necesitaba su amuleto de la suerte: su hermana gemela, Whitney.

En cuanto se reunieron, la respiración de Nolan mejoró y su nivel de oxígeno se disparó.

“Estábamos tan emocionados de ver a Nolan fuera de la UCIN”, recuerda la esposa de Shannon, Christine Burgos. “Fue un gran paso hacia poder traer a nuestros bebés a casa”.

Con el paso de los años, Nolan se ha sometido a una cirugía adicional para corregir una médula espinal anclada y continúa visitando regularmente nuestro hospital con Whitney siempre a su lado.

Hoy, Nolan y Whitney son niños felices en edad preescolar y “amienemigos” (según Christine) a quienes les encanta el helado y ir al parque.

Shannon añade: “Desde el principio me tranquilizó saber que aquí recibíamos la mejor atención. El Dr. Sunshine es un pionero de la neonatología y me siento muy afortunada de que me haya atendido a mí y luego a mis gemelos”.

Este artículo apareció por primera vez en el número de primavera de 2016 de Noticias infantiles de Lucile Packard.

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