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Children sitting at lunch table.

Tener un hijo con enfermedad celíaca o enfermedad inflamatoria intestinal (EII) puede ser una experiencia emocionalmente intensa, pero es posible que tenga una buena calidad de vida. Aquí encontrará la información necesaria para manejar con éxito estas afecciones crónicas.

Enfermedad celíaca

Las dietas sin gluten están de moda. Sin embargo, para los 3 millones de estadounidenses con enfermedad celíaca, evitar el gluten —una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno— es fundamental para proteger su salud y reducir el riesgo de complicaciones graves. Este trastorno autoinmune provoca que el cuerpo se ataque a sí mismo, y cuando las personas con enfermedad celíaca consumen gluten, su intestino delgado se inflama.

La enfermedad celíaca puede provocar síntomas gastrointestinales, pérdida de peso y cambios en el estado de ánimo, la energía y la salud ósea. Si bien no tiene cura, se puede controlar con una dieta sin gluten y cambios en el estilo de vida. Con los tratamientos adecuados, es posible llevar una vida plena.

 

Mito: La enfermedad celíaca simplemente significa que una persona tiene dolor de estómago al comer trigo.

Hecho: La enfermedad celíaca puede afectar al organismo de diversas maneras. Si bien las molestias gastrointestinales son frecuentes, los niños también pueden experimentar síntomas como anemia, falta de energía, dolores de cabeza, inflamación del hígado y retraso en el crecimiento.

 

Mito: La celiaquía puede diagnosticarse únicamente por los síntomas.

Hecho: Para confirmar el diagnóstico de celiaquía, es necesario realizar pruebas, ya que otros trastornos gastrointestinales pueden causar síntomas similares. La endoscopia digestiva alta con biopsia se considera la prueba de referencia. Algunos niños también pueden ser candidatos a un análisis de sangre.

 

Mito: La enfermedad celíaca es difícil de controlar.

Hecho: Seguir una dieta sin gluten es la mejor manera de controlar los síntomas. Un dietista registrado especializado en celiaquía puede ayudar a su hijo a desarrollar un plan de alimentación delicioso y nutritivo.

 

Enfermedad inflamatoria intestinal

Más de 1,6 millones de estadounidenses, entre ellos 80.000 niños, padecen enfermedades inflamatorias intestinales (EII), como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. La EII, una inflamación crónica de los intestinos no causada por una infección, puede provocar diarrea, sangre en las heces, náuseas o vómitos y dolor abdominal. También puede causar fiebre, dolor articular y fatiga, además de retraso en el crecimiento y anemia.

Si no se trata adecuadamente, la EII puede provocar complicaciones graves. Afortunadamente, la medicación eficaz y una nutrición adecuada pueden limitar la inflamación y ayudar a prevenir los brotes en la mayoría de los pacientes.

 

Mito: La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) puede controlarse únicamente con medicamentos.

Hecho: Si bien los medicamentos recetados son la primera línea de defensa contra la EII, la terapia nutricional también desempeña un papel importante. Evitar o limitar ciertos alimentos puede prevenir o controlar los brotes. En algunos casos, la cirugía para extirpar la parte del intestino inflamada también puede ser una opción, logrando así la remisión de la enfermedad.

 

Mito: Las personas con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) no deben consumir fibra.

Hecho: Las dietas ricas en fibra suelen recomendarse para la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). La fibra puede aumentar la cantidad y la variedad de bacterias beneficiosas en el intestino, lo que puede reducir la inflamación. Un gastroenterólogo y un dietista registrado pueden recomendar los mejores cambios en la dieta para su hijo.

 

Mito: Los brotes de EII pueden controlarse en casa.

Hecho: Si aparecen síntomas nuevos o si estos empeoran, informe al médico de su hijo lo antes posible. El tratamiento temprano puede ayudar a controlar los brotes con mayor rapidez y reducir la probabilidad de complicaciones graves.

 

Para obtener más información sobre la enfermedad celíaca y la EII, visite ibdceliac.stanfordchildrens.org.