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A professional headshot of Dennis Wall taken outside.

Los vídeos caseros cortos podrían convertirse en una poderosa herramienta para diagnosticar el autismo, según un estudio de Dennis Wall, PhD, profesor asociado de pediatría en medicina de sistemas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.

En promedio, los niños con autismo reciben el diagnóstico a los 4 años, aunque sus padres suelen sospecharlo durante años antes del diagnóstico. Las largas listas de espera y las extensas pruebas necesarias a menudo provocan que los diagnósticos se retrasen más allá de los 2 o 3 años, el periodo en el que las intervenciones tempranas son más efectivas.

En el estudio de Wall, asistentes de investigación con una breve capacitación lograron evaluar con precisión comportamientos de tipo autista en videos caseros de niños en entornos naturales. Dado que los videos cortos se pueden compartir por internet y evaluar rápidamente, su uso como apoyo al diagnóstico podría reducir la necesidad de que las familias viajen largas distancias o esperen —en muchos casos, más de un año— para una evaluación médica.

Para el estudio, el equipo de Wall encontró 100 videos en YouTube que mostraban a niños de entre 1 y 15 años jugando. Cuarenta y cinco de los videos habían sido etiquetados por sus creadores con “autismo”, “TEA”, “Asperger” o “aleteo de manos/estimulación manual”; estos fueron clasificados por los investigadores como videos que mostraban a niños con autismo. Los 55 videos restantes no tenían dichas etiquetas y fueron clasificados como videos que no mostraban trastorno del espectro autista.

Posteriormente, un grupo de estudiantes universitarios recibió capacitación para evaluar el comportamiento de los niños en los videos. La escala de calificación que utilizaron se basó en la Escala de Observación para el Diagnóstico del Autismo (ADOS), considerada ampliamente como el método de referencia para el diagnóstico del autismo. Por ejemplo, los evaluadores registraron si los niños mantenían contacto visual y captaban las señales sociales de los demás en el video, si jugaban con los juguetes de manera apropiada y si presentaban comportamientos repetitivos.

Los investigadores descubrieron que los estudiantes clasificaron correctamente a los niños en los videos el 97 por ciento de las veces.

Complementando los métodos actuales

Este hallazgo plantea varias posibilidades interesantes para futuras aplicaciones clínicas. Si bien es improbable que las evaluaciones basadas en vídeo reemplacen por completo los métodos diagnósticos estándar, en los que un clínico capacitado dedica varias horas a evaluar a un niño, podrían complementarlos.

“Por ejemplo, podríamos usar este sistema para la clasificación clínica, como una forma de canalizar el flujo de pacientes para que los niños reciban la atención que necesitan lo antes posible”, señala Wall. Los niños con un diagnóstico claro de autismo podrían ser diagnosticados principalmente mediante videos y comenzar rápidamente la terapia, lo que permitiría a los profesionales clínicos dedicar más tiempo a evaluar a los niños cuyo diagnóstico es menos evidente.

Además, las evaluaciones en vídeo podrían utilizarse para monitorizar el desarrollo infantil y mejorar el periodo de observación antes del diagnóstico, afirma Wall. El autismo no suele diagnosticarse antes de los dos años; algunos niños que nunca lo desarrollarán presentan dificultades tempranas en sus habilidades sociales y lingüísticas que se resuelven a esa edad. Sin embargo, si los padres sospechan que su hijo de 18 meses tiene autismo, una evaluación en vídeo a esa edad podría servir como base para una observación informada y evaluaciones posteriores a los 24 o 36 meses. Del mismo modo, los vídeos caseros analizados podrían proporcionar una forma sencilla de monitorizar el progreso una vez que los niños comienzan la terapia conductual.

“Nuestro objetivo es cerrar la brecha entre las familias necesitadas y los servicios que requieren”, dice Wall.

Reimpreso con permiso de la Oficina de Comunicación y Asuntos Públicos de la Facultad de Medicina.

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