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Hace apenas unos años, Ari y Aviv tuvieron que esperar en la terminal del aeropuerto mientras su madre, Sharon, subía al avión con la tripulación, con toallitas desinfectantes en mano. Su misión era desinfectar todas las superficies que pudieran contener restos de frutos secos y proteger a sus hijos de una posible reacción alérgica grave a 9.000 metros de altura.

Gracias a donantes como usted, que apoyan la labor transformadora de nuestro Centro Sean N. Parker para la Investigación de la Alergia y el Asma, Ari y Aviv pudieron participar en la fase 1 de los ensayos clínicos de inmunoterapia oral. Hoy, los hermanos están libres de sus alergias. Y pueden ir a la biblioteca, viajar en avión sin preocupaciones y, este verano, realizar su primer gran viaje sin sus padres para visitar a la familia en el extranjero.