Will nació tres meses antes de la fecha prevista, con tan solo 24 semanas y 5 días de gestación. Fue un bebé extremadamente prematuro, es decir, un bebé que nació con un peso inferior a 800 gramos (1 libra y 12 onzas) o antes de las 26 semanas de gestación. Sufrió varias infecciones graves, choque séptico, enfermedad pulmonar crónica, retinopatía de la prematuridad, conducto arterioso persistente y aspiración silente. Lo que ayudó a sus padres, especialmente durante los primeros días en la UCIN, fue el extraordinario equipo médico que lo atendió.
Will, de dos años, sigue luchando a diario por cosas que solemos dar por sentadas: beber de un vaso, sentarse, caminar, hablar. Pero también le encanta colorear, vuelve locos a sus padres con sus toses fingidas, pestañea con sus envidiables pestañas largas y da abrazos como nadie. Su madre, Brittany, dice: «Will ha conmovido a muchísimas personas y nos recuerda cada día que querer es poder».
