Hace un año, Jessica y Jesse Vega vieron cómo un equipo del Hospital Infantil Packard trabajaba para salvar la vida de su hijo Dominic desde la parte trasera de una ambulancia. Apenas unos días antes, la familia Vega había estado en casa celebrando la Nochevieja cuando Dominic, de un año, mostró signos de dificultad respiratoria. Mientras luchaba por respirar, se apresuraron a un hospital cercano, donde le diagnosticaron un caso grave de virus sincitial respiratorio. Cuando sus pulmones comenzaron a fallar, Dominic fue trasladado de urgencia en ambulancia a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital Packard. «Nos miraron a los ojos y con calma nos explicaron el plan para llevarlo al hospital, y nos preguntaron si Dominic tenía una manta o un peluche que quisiera tener con él», recuerda Jessica. «Desde el principio, todo se basó en la confianza».
Atención de alta tecnología y gran sensibilidad
Tras varios intentos fallidos de estabilizar los pulmones de Dominic, que colapsaban, los médicos del Hospital Infantil Packard lo conectaron a una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), que bombea sangre al corazón y los pulmones para que pudieran descansar y recuperarse. Sin embargo, la ECMO requería que Dominic entrara en coma inducido y conllevaba el riesgo de coágulos sanguíneos, hemorragias, infecciones y peligrosas burbujas de aire. En total, Dominic estuvo conectado a la ECMO durante 41 días. Los médicos estiman que la probabilidad de que un paciente sobreviva tanto tiempo es inferior al 10%. Sus médicos, enfermeras, especialistas en atención infantil, trabajadores sociales, terapeutas respiratorios, capellanes y muchos otros apoyaron a la familia Vega durante sus momentos más difíciles y dolorosos. «Le pregunté a una enfermera si tenía hijos, y me dijo que todos eran como sus hijos», recuerda Jessica. «Otra enfermera le masajeaba los brazos todos los días y le hablaba. Decoraron su cama con una hilera de letras que formaban la palabra "Domino", su apodo».
Innovación para obtener resultados
Uno de los muchos médicos que atendieron a Dominic fue el Dr. David Cornfield, director de medicina de cuidados intensivos del Hospital Infantil Packard y profesor titular de la cátedra Anne T. y Robert M. Bass de Medicina Pulmonar Pediátrica en la Facultad de Medicina de Stanford. Para controlar la hemorragia pulmonar de Dominic, el equipo del Dr. Cornfield ideó una solución ingeniosa. Dominic se convirtió en el primer paciente con ECMO en recibir una versión en aerosol de un agente coagulante que normalmente se administra por vía intravenosa. Este enfoque innovador minimizó los efectos secundarios y aumentó sus posibilidades de respirar por sí mismo. Jessica y su esposo, Jesse, estuvieron junto a Dominic cuando los cirujanos finalmente comenzaron el delicado proceso de retirar los tubos del cuello y la aorta para desconectarlo de la ECMO. «Estábamos esperando que sus signos vitales comenzaran a bajar, pero no sucedió», recuerda Jesse. «Fue una sorpresa total. Logró respirar por sí mismo». Hoy en día, incluso los médicos más experimentados siguen hablando de Dominic, considerándolo uno de sus «mayores logros».
Construyendo un futuro
En los dos meses siguientes, a Dominic le retiraron gradualmente el soporte respiratorio y la medicación. Regresó a casa justo a tiempo para su segundo cumpleaños, pero tuvo que reaprender a ponerse de pie, mover las manos y caminar. ¿Su mejor terapia física? Jugar con su hermano pequeño de cuatro años, Joey. «Dominic y Joey comen juntos en su mesita roja», cuenta Jessica. «Les encantan los Legos y la plastilina, lo que ha ayudado mucho a Dominic con su coordinación y fuerza muscular». Aunque siempre tendrá algunas cicatrices en los pulmones, Dominic se está recuperando muy bien. Cornfield calcula que más de 150 cuidadores y personal participaron directamente en salvarle la vida a Dominic. «El hecho de que pudiéramos brindar tanta experiencia, atención y dedicación a un niño tan gravemente enfermo durante tanto tiempo es un testimonio maravilloso del trabajo que se realiza aquí a diario».
