Recibir el diagnóstico de un trastorno alimentario en un adolescente puede ser una noticia difícil y profundamente preocupante para los padres. Aún más desalentador para las familias es descubrir que no pueden acceder a la atención necesaria debido a la alta demanda y las largas listas de espera en los centros especializados, situación que se ha agravado durante la pandemia. Si no se trata, los riesgos para la salud física y mental de los jóvenes aumentan, y los trastornos alimentarios empeoran y se vuelven más difíciles de tratar eficazmente.
Salud mental juvenil de AIM, una organización sin fines de lucro dedicada a encontrar y financiar investigaciones prometedoras sobre la salud mental de los jóvenes, donó generosamente $50,000 para financiar un proyecto de investigación en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford para acelerar la prestación de atención a más familias mediante el uso de la telemedicina.
«Así como necesitamos la ciencia para encontrar vacunas contra la COVID-19, la necesitamos para encontrar mejores tratamientos para las enfermedades mentales», afirma Susan Stilwell, fundadora de AIM Youth Mental Health. «Si bien hablar sobre la salud mental de los jóvenes es importante, no basta. Necesitamos encontrar las respuestas, y para encontrarlas, debemos financiar la ciencia —la investigación— que se necesita con tanta urgencia en este momento».
Dirigido por James Lock, MD, PhD, Eric Rothenberg, MD, Profesor de Psiquiatría y Pediatría en la Facultad de Medicina y director de la Programa de Trastornos Alimentarios En el Hospital Infantil Lucile Packard de Stanford, el proyecto evaluará la utilidad de brindar educación y apoyo en línea a las familias mientras esperan evaluación y tratamiento, y determinará qué enfoques son más efectivos. Según Lock, los datos preliminares sugieren que muchas familias pueden lograr avances significativos utilizando herramientas especializadas de autoayuda en línea.
“Esperamos ayudar a las familias a considerar cambios en el hogar que puedan mejorar el problema de alimentación de sus hijos incluso antes de que los vea un médico”, dice Lock.
La investigación de Lock se realizará en coordinación con otro investigador de la Universidad de California en San Diego que también recibió una beca. Ambos evaluarán la disposición de las familias a participar en un programa de autoayuda en línea y determinarán si sus adolescentes muestran mejoras en el peso o en las puntuaciones de un cuestionario sobre alimentación. Si los resultados demuestran que la telemedicina beneficia a las familias, el estudio podría dar pie a un ensayo clínico más amplio para evaluar con mayor profundidad la eficacia de las herramientas de autoayuda en línea.
¡Gracias a AIM Youth Mental Health por ayudar a las familias a recibir la atención que necesitan!