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Tras un año de proceso, la desestabilización gradual de la Emergencia de Salud Pública (ESP) por la COVID-19, que puso fin o modificó muchas de las políticas implementadas durante la pandemia, ha provocado que más de 22.700.000 estadounidenses pierdan su cobertura de Medicaid. De ellos, 5,13 millones son niños.

Para las familias de niños y jóvenes con necesidades especiales de atención médica (CYSHCN, por sus siglas en inglés), cualquier interrupción en la cobertura sanitaria podría tener consecuencias devastadoras. Esto resulta especialmente preocupante para los niños de color, muchos de los cuales están cubiertos por Medicaid y se enfrentan a barreras adicionales para acceder a la atención médica.

Nuestro equipo ha recopilado una lista de recursos útiles para familias y proveedores de servicios:

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