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Becky Long and Ken Hirsch smile alongside their three daughters.

Becky Long y Ken Hirsch ya apreciaban el Lucile Packard Children's Hospital, ya que sus tres hijas nacieron allí, y Becky es voluntaria en la UCIN desde hace mucho tiempo.  

Pero no sabían cuánto llegarían a depender del Hospital Infantil Packard hasta que su hija menor, Kate, sufrió un grave accidente de esquí a los 15 años durante un viaje familiar al Lago Tahoe. Inicialmente, Kate fue trasladada al hospital de traumatología de nivel 2 más cercano, donde permaneció tres semanas y media y se sometió a cuatro procedimientos para tratar sus lesiones internas.  

Becky y Ken tuvieron que esperar a que el extremo clima invernal amainara y el estado de Kate mejorara antes de poder trasladarla al Hospital Infantil Packard. Ansiaban que su hija estuviera más cerca de su hogar en Portola Valley y en un centro de traumatología pediátrica de nivel 1, uno de los cinco únicos en California.  

“Volver a casa, a Packard, le dio una sensación de progreso”, dice Becky. “Pudo recibir visitas de sus hermanas con mayor facilidad. Le levantó el ánimo y, a partir de ahí, su recuperación se aceleró. Todo el equipo le infundió confianza y optimismo, lo que la ayudó en su recuperación”.  

Dos semanas después, tras someterse a una quinta y última cirugía complicada, Kate regresó a casa. "Hoy, es una estudiante de tercer año de preparatoria totalmente sana y próspera", dice Ken.  

La buena salud de Kate no es algo que sus padres den por sentado. Recientemente, Becky y Ken hicieron una generosa donación para financiar una investigación que mejorará aún más la calidad y el valor quirúrgico en nuestro hospital, y que potencialmente impactará la atención quirúrgica pediátrica en todo el país. 

“Nuestra decisión de hacer este regalo fue realmente el resultado de nuestro gran aprecio por lo que representa Packard y lo afortunados que somos de tenerlo en nuestro patio trasero, porque cuando lo necesitas, realmente lo necesitas”, dice Ken.  

Con el deseo de ayudar a los demás, Kate ha lanzado su propia iniciativa benéfica. Dona pequeños pingüinos de peluche, o "Comfort Critters", a niños de hospitales locales, incluido el Packard Children's, para aliviar el estrés y la ansiedad. 

Gracias, Becky y Ken, por garantizar que otros niños reciban atención quirúrgica y apoyo excepcionales cuando más los necesitan.