A las 20 semanas de embarazo, una madre contrajo COVID-19. Lorena Granados y su bebé corrían grave peligro. Un equipo de especialistas de Stanford, provenientes de cuidados intensivos cardiovasculares, cuidados críticos, traumatología, anestesia, obstetricia, medicina materno-fetal, neonatología y pediatría, colaboró incansablemente para salvarlos.
“Si Stanford no fuera Stanford, este caso habría sido extremadamente difícil de manejar”, dice el Dr. Yasser El-Sayed, obstetra jefe. “Fue necesaria la colaboración de todos, a veces minuto a minuto, para mantener con vida a Lorena y mantenerla embarazada para que el bebé Matthias pudiera crecer y sobrevivir”.
Matthias llegó al mundo a las 29 semanas de gestación. Era joven, pero no tan joven como para sufrir complicaciones graves. Pasó varias semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), donde se mantuvo libre de COVID-19 y recibió ayuda respiratoria para mantener sus pulmones y fortalecerse.
Lea más sobre Lorena y el bebé Matthias.
Esta increíble historia es solo un ejemplo de cómo el equipo del Lucile Packard Children's Hospital Stanford lucha por la salud de nuestra comunidad. Día Mundial de la Asistencia Humanitaria (y todos los días), honramos y agradecemos a todos, incluidos donantes como usted, que hacen todo lo posible para que éxitos como este sean posibles.
Quiero agradecerles personalmente su invaluable apoyo, que hace posible la atención experta y los descubrimientos innovadores de nuestro hospital. Al contribuir, transforman la salud de los niños y las futuras madres, en nuestra comunidad y en todo el mundo.



