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Detectar enfermedades emergentes, identificar cómo se propagan, probar terapias y soluciones: la Dra. Yvonne “Bonnie” Maldonado lo hace todo a la vez, en tiempo real. Es una habilidad excepcional que ha transformado la vida de millones de niños en todo el mundo.

A principios de este año, cuando la COVID-19 llegó al Área de la Bahía, quedó claro que Maldonado —pediatra y jefa de la División de Enfermedades Infecciosas del Departamento de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford— era la persona idónea para liderar la respuesta de Stanford a la epidemia. Ya seguía de cerca la situación en China y sabía lo que estaba viendo.

Su trabajo previo sobre la transmisión maternoinfantil del VIH en el África subsahariana ha evitado que cientos de miles de bebés contrajeran el virus. Sus esfuerzos han contribuido a establecer directrices mundiales para el uso de vacunas contra la poliomielitis, el sarampión, la meningitis y la gripe.

Esta amplia experiencia permitió a Maldonado convertirse en una voz clara e influyente que contribuyó a frenar la propagación de la COVID-19 entre personas y a proteger a la población. Maldonado codirige la unidad de investigación de ensayos clínicos sobre la COVID-19 de Stanford y participa directamente en varias de las 40 investigaciones científicas en curso o propuestas. Junto con sus colegas, intenta determinar cuánto tiempo las personas infectadas transmiten el virus, tanto durante la aparición de los síntomas como después de que estos desaparecen. Están ampliando un estudio del fármaco antiviral favipiravir para comprobar si puede ayudar a reducir los síntomas y la transmisión viral.

Otro estudio, realizado en colaboración con la Fundación Bill y Melinda Gates, concluyó recientemente que las pruebas de COVID-19 autoadministradas en el hogar son tan precisas como las pruebas invasivas que se realizan en los hospitales. Este trabajo tiene un potencial revolucionario. Las pruebas autoadministradas no solo minimizan la exposición de pacientes y profesionales sanitarios, sino que también podrían ayudar a cubrir la urgente necesidad de aumentar la capacidad de pruebas para frenar la propagación del virus.

“A través de décadas de trabajo combatiendo enfermedades infecciosas a nivel mundial, Bonnie Maldonado ha salvado cientos de miles de vidas”, afirma Lloyd Minor, MD, el Carl y Elizabeth Naumann, Decanos de la Facultad de Medicina“Eso no es una exageración. Es un hecho. Su liderazgo en la respuesta de Stanford a la COVID-19 demuestra de manera contundente lo que su experiencia significa para nosotros aquí en el Área de la Bahía.”

Además de su labor en Stanford, asesora al gobernador Gavin Newsom sobre la respuesta del estado al virus. También participa en la elaboración de planes para el regreso seguro a clases de los niños. Y sus opiniones son solicitadas por medios de comunicación locales y nacionales que informan sobre la enfermedad.

En todo su trabajo, sabe que sus mayores éxitos son los silenciosos: niños que no se enferman.

Este artículo apareció originalmente en la edición de verano de 2020 de Noticias infantiles Packard.