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Para los padres de niños con necesidades especiales de atención médica (CSHCN, por sus siglas en inglés), a menudo resulta abrumador gestionar todo el ámbito de la atención de sus hijos, desde los desplazamientos a las citas con múltiples proveedores, hasta la administración de tratamientos y medicamentos, pasando por la gestión de las necesidades educativas y la comprensión de la cobertura del seguro.

En una encuesta de 2012, las familias con niños con necesidades especiales de atención médica identificaron la coordinación de la atención como su principal prioridad. En su mejor expresión, la coordinación de la atención es un servicio cubierto —una especie de centro de mando— que aborda las necesidades médicas, sociales, de desarrollo, conductuales, educativas y financieras interrelacionadas de los niños y sus familias.

Actualmente, existe una gran confusión sobre quién es responsable de brindar los servicios de coordinación de cuidados, quién debe pagarlos y cómo obtener el reembolso por dichos servicios. Como resultado de esta ineficiencia, los niños con necesidades especiales de atención médica y sus familias enfrentan dificultades aún mayores.

Este informe analiza por qué la coordinación de la atención ha sido insuficientemente financiada y reembolsada hasta la fecha, y qué se puede hacer para abordar estos desafíos.

Las recomendaciones del informe incluyen:

  • Trasladar los modelos de coordinación de la atención, alejándolos de los programas con un enfoque limitado y del pago por servicio, con el fin de lograr la estabilidad financiera a largo plazo del servicio.
  • Desarrollar modelos ajustados al riesgo que ayuden a nivelar el campo de juego y garanticen que los planes y proveedores de salud se inscriban y atiendan a los niños con necesidades especiales de atención médica.
  • Vincular la coordinación de la atención con mejores resultados de salud
  • Se requiere una mayor rendición de cuentas para evaluar mejor el retorno de la inversión.

La implementación de estas estrategias brindará un mejor apoyo a los proveedores pediátricos y permitirá a las familias acceder más fácilmente a todos los beneficios que ofrece la coordinación de la atención, aliviando así en gran medida una carga significativa para esta población vulnerable.

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