Cuando Dessi Zaharieva tenía 7 años, tuvo un año muy importante. Empezó a tomar clases de taekwondo y así comenzó una trayectoria que duraría décadas y que, con el tiempo, la llevaría al Campeonato Mundial de Taekwondo.
También fue el año en que supo que tenía diabetes tipo 1 (DT1).
La familia de Zaharieva había emigrado recientemente a Canadá desde Bulgaria. «Fue un proceso complicado», recuerda. «No teníamos un traductor de búlgaro en el hospital, así que fue todo un reto entender qué era esta enfermedad y qué significaba para mi futuro y mi estilo de vida activo. Había mucha incertidumbre».
Muchos niños que viven con diabetes tipo 1 son menos activos físicamente que sus compañeros sin diabetes porque ellos —y sus padres— temen los peligros que puede conllevar el ejercicio, incluido un mayor riesgo de hipoglucemia.
Sin embargo, como Zaharieva sabe de primera mano, los beneficios superan los riesgos.
Su espíritu ambicioso la impulsó a seguir practicando taekwondo a nivel competitivo. «No era una atleta con un don especial. Simplemente tengo mucha determinación», afirma Zaharieva, quien ahora es investigadora de diabetes en Stanford Medicine Children's Health.
Tras años de entrenamiento y control de su condición, Zaharieva representó a Canadá en el Campeonato Mundial de Taekwondo de 2013, celebrado en su ciudad natal, Sofía, Bulgaria. Obtuvo la medalla de bronce en combate, con el apoyo de su familia y compañeras de equipo.
La cima fue solo el comienzo.
“Antes pensaba que esa era la historia que quería contar, que alcancé el máximo nivel en mi deporte siendo una persona con diabetes”, dice Zaharieva. “Pero la realidad es que las cosas han cambiado para mí”.
«Desde que comencé mi investigación en Stanford, creo que es aún más importante destacar que no es necesario ser un atleta de élite con diabetes tipo 1 para incorporar el ejercicio a la rutina diaria», afirma. «Quiero adaptarme a las necesidades de mis pacientes. Quiero ayudar a todos los niños a llevar una vida activa».
Hoy, Dessi Zaharieva, doctora en ciencias del ejercicio, especialista certificada en ejercicio y especialista certificada en diabetes, es una de las pocas científicas del ejercicio en el mundo que se centra en la investigación sobre la diabetes infantil. Forma parte del programa de diabetes de Stanford Medicine Children's Health, uno de los mejores del mundo, que se centra en aprovechar la tecnología y los ensayos clínicos innovadores para reducir las desigualdades y mejorar los resultados de salud de todos los pacientes.
Zaharieva dirige el primer estudio longitudinal que evalúa un programa estructurado de educación sobre ejercicio y el seguimiento de la actividad física en niños recién diagnosticados con diabetes tipo 1. “El ejercicio no siempre es lo primero de lo que hablamos cuando a un niño se le diagnostica inicialmente”, afirma.
Las familias se enfrentan a mucha información durante sus primeras conversaciones con el endocrinólogo y el equipo de atención de la diabetes: la dosificación de insulina, las comidas, los niveles altos y bajos de glucosa en sangre, las nuevas tecnologías y más. Con demasiada frecuencia, el ejercicio y la actividad física no se mencionan hasta que el niño quiere practicar deportes con sus amigos. Pero para entonces, las familias pueden tener miedo de empezar debido a los riesgos asociados.
“Para mí, eso es un gran problema. Queremos fomentar la actividad física y enseñar cómo practicarla de forma segura”, afirma Zaharieva. Su objetivo es normalizar el riesgo y ayudar a familias como la suya a controlar las fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre que se producen cuando un niño hace ejercicio.
“De niña, siempre me preguntaba si esos cambios en el nivel de azúcar en la sangre eran algo que yo estaba haciendo mal. Pero quiero ayudar a las familias a comprender que eso forma parte de vivir con diabetes. Quiero poder ofrecer apoyo para que los niños se sientan capaces de llevar una vida activa”, afirma.
De cara al futuro, Zaharieva confía en que su investigación transformará la forma en que los niños con diabetes y sus familias piensan sobre el ejercicio y la actividad física.
“Aún queda mucho trabajo por hacer, pero estoy muy agradecido. Gran parte de nuestro progreso ha sido posible gracias a los donantes y a la gente común que apoya nuestro trabajo.”
Noviembre es el Mes de la Concientización sobre la Diabetes. Para obtener más información sobre cómo los investigadores de Stanford Medicine Children's Health, como la Dra. Zaharieva, están marcando la diferencia y cómo puedes apoyarlos, visita [enlace/sitio web].Síguenos en las redes sociales o Comienza con nuestra página de recursos!
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